Para Christian Soto, estudiante de duodécimo grado de la escuela Lorenzo Vizcarrondo, el título de Joven del Año del Club de Carolina conlleva una responsabilidad mayor para elevar su mensaje de superación y éxito. “Crecer en un hogar disfuncional y ser marcado por la violencia me convirtió en un niño aislado y triste. Sin embargo, gracias al apoyo de los líderes y los programas del Club, he podido lidiar y manejar mis traumas de la niñez. Hoy puedo enseñarles a los jóvenes que hay solución y alternativas para salir de la depresión, la soledad y el aislamiento”, comparte.
En el Club, Christian también aprendió a manejar la inseguridad que le provocaba tener un trastorno del habla. Además, allí identificó su pasión por la programación de videojuegos, las ciencias y la tecnología. “Quiero estudiar programación de videojuegos para inspirar y educar a las personas a través de ellos. Entiendo que existe un estigma contra los videojuegos, pero considero que con ellos se puede impactar de manera positiva a las personas, como demuestra el videojuego Undertale, que nos enseña que la solución para resolver el conflicto no es la violencia sino el diálogo”.
Como parte de su liderazgo y compromiso con los demás, este apasionado de las artes, la música, las matemáticas y las ciencias se desempeña en su Club como voluntario en la asistencia de asignaciones, y desarrolla dinámicas que promueven la salud mental y la inteligencia emocional.
¿Qué obstáculo o reto has vivido?
“He pasado por diferentes procesos traumáticos que marcaron mi historia, mi identidad y mi autoconcepto, como es la depresión, el acoso escolar y la violencia de género.
Todo comenzó a los cuatro años, cuando mi madre — debido al maltrato y a los golpes de mi padre — decide escapar de la casa y fuimos albergados en Casa de Julia de Burgos por un año… Pensé que cuando salimos de esa casa, la violencia se había terminado. Sin embargo, no fue así.
En sexto grado, las situaciones familiares empeoraron y por un tiempo mi madre se convirtió en una persona abusiva, solía ser agresiva verbalmente y físicamente con mi hermana y conmigo. Por otro lado, en la escuela era intimidado por los demás compañeros por mi problema del habla y por ser inteligente; me decían el nerd del salón.
Además, la presión y los compromisos académicos de la Escuela Especializada en Matemáticas afectaron mi salud emocional. Luego, en séptimo grado conocí a quien fue mi pareja por tres años. Me enamoré a primera vista y fue mi primer amor. Al inicio era una niña dulce y adorable. Pero, con el tiempo, se convirtió en una persona obsesiva, manipuladora, agresiva y celosa. Con estas experiencias experimenté la depresión y la soledad. Hoy estoy superando estos obstáculos con autoayuda, terapia psicológica y programas del Club”.
¿Qué características debe tener un líder?
“Un líder es una persona que guía a su equipo o grupo para alcanzar el máximo potencial de ellos. Debe ser una persona con un buen corazón, un pensador, tener una moral incorruptible y el mejor interés para que su equipo tenga éxito”.