Indira Gerena es una joven deportista que practica voleibol, baloncesto y softbol. Fue escogida como la Joven del Año 2018 de su Club en el pueblo costero de Arecibo, un pueblo popularmente conocido como la “Villa del Capitán Correa”. Sí, Indira sale de tierras conquistadas por capitanes, y sí, ella también hace la lista.
Indira no tiene miedo de capitanear su futuro y el de quienes la rodean. Lo hizo cuando ingresó en Boys & Girls Clubs de Puerto Rico con un pobre rendimiento académico y alcanzó, con apoyo y mucho esfuerzo, graduarse con excelentes notas, como ella muy orgullosamente expresa.
Capitaneó también cuando tomó de la mano a su mejor amiga y juntas sobrevivieron un complicado panorama: su amiga estaba embarazada, sin apoyo y las dos querían graduarse de cuarto año.
Los zapatos que la identifican son un par de tenis que compró un día junto a su mejor amiga. Su calidad de ser humano quedó plasmada en la historia detrás del par de tenis: su amiga atravesaba un difícil momento, era una joven madre sin un círculo de apoyo y a punto de graduarse del cuarto año.
No importando las dificultades que Indira enfrentaba, veló fielmente por el bienestar de su amiga, tomó serias medidas para garantizar la seguridad de ella y del bebé que venía en camino, estudió con ella pacientemente y le pasó los apuntes de sus clases.
“Yo quería mostrarle a ella que podía salir adelante a pesar de lo que estaba pasando”, compartió Indira durante una dinámica con los Jóvenes del Año.
Lo logró: ambas jóvenes se graduaron.
En diez años se ve como una enfermera graduada dedicada a servir a los demás.
En Indira descansa no solo lo bueno que tiene la juventud para ofrecer a nuestro país, si no la semilla que busca sembrar el Club en los jóvenes: líderes que realizan su potencial y le muestran al mundo que una sociedad próspera y justa debe llevar como bandera la empatía, sensibilidad y comprensión.