Jarilies K. Acevedo

Untitled design (4)

Siendo la primera nieta y sobrina de la familia — y la mayor de tres hermanas —, Jarilies K. Acevedo Suárez comprendió desde temprana edad la importancia de ser un modelo a seguir. El Club la ayudaría a desarrollar un liderazgo que la llevaría a inspirar y motivar a otros. “Me ha abierto las puertas a nuevas oportunidades y nuevos horizontes que me retan e impulsan como agente de cambio. Por ejemplo, he tenido la oportunidad de ser portavoz de la juventud puertorriqueña en foros locales e internacionales, lo que me ha motivado a proponerme muchas metas”, dice la estudiante de undécimo grado y primer Joven del Año del Club de Bayamón. 

Jarilies ha participado en dos ocasiones en la Cumbre de Liderazgo de Boys & Girls Clubs de Puerto Rico (BGCPR), donde ha presentado proyectos comunitarios junto a sus compañeros. Además, ha sido testigo del poder transformador de la educación, por lo cual aspira a ser maestra. Al Club también agradece que haya impactado positivamente las vidas de sus dos hermanas, que son miembros del Club, así como la de su mamá, quien participó del Programa de Empleabilidad de BGCPR.

¿Qué obstáculos o retos has vivido?

Cuando tenía solo cinco años de edad me mudé del residencial José Celso Barbosa ubicado en Bayamón. Esto fue un gran desafío para mí ya que además de mudarme ya no iba a vivir con mi papá. Durante los primeros meses me sentía muy extraña porque pasé de un residencial que es muy ruidoso a un nuevo lugar donde solo había silencio. Además de que al nacer, allí estaban mis amigos de la infancia y con los que compartía diariamente después de la escuela. También, otro factor de mudarme era el cambio de escuela. Aunque este cambio fue en segundo grado, el proceso tardó varios años luego de la mudanza.

Por otro lado, la separación de mi padre me afectó mucho, pero lo pude superar en un corto tiempo ya que nunca perdí la comunicación con él. Al mantenerme en mi escuela anterior tuve que caminar todos los días hasta mi nueva casa. Sinceramente no era fácil, muchas veces personas nos llevaban, pero otras no teníamos ese privilegio. Cuando nos tocaba caminar mi mamá tomaba nuestros bultos, nos parábamos a tomar un descanso y al día siguiente igual. Mientras caminábamos hablábamos sobre nuestro día y demás.

Con todo esto, aprendí que hay que adaptarme a los cambios y que a veces es necesario perder personas de tú vida para que otras lleguen”.

¿Qué características debe tener un líder?

“Un líder es una persona empática, amable, responsable y respetuosa. Le gusta ayudar y es de mucho apoyo a los demás”.